Charlamos con Pablo Serna, consejero delegado de TM Grupo Inmobiliario, uno de los grupos referentes del sector.
Nuestra filosofía se centra en gestionar el negocio de manera responsable, buscar la excelencia y la mejora continua para ser más competitivos y mantener el liderazgo en el sector, a la vez que generamos riqueza y empleo en las zonas donde estamos.
Tenemos unos valores muy arraigados que nos identifican. Gestionar el negocio desde la ética y la transparencia, buscar la calidad y la diferenciación en nuestros productos, vigilar el endeudamiento y ser solventes, y sobre todo la orientación a resultados, a satisfacer las necesidades de nuestros clientes y a crear valor compartido.
Desde que se decretó el primer estado de alarma el día 14 de marzo, hemos apostado por garantizar los compromisos adquiridos. Esa ha sido nuestra prioridad.
En un primer momento nos centramos en lo operativo para asegurar que fuera cual fuera el escenario, pudiéramos terminar las promociones que teníamos en marcha y cumplir con las obligaciones contractuales con clientes y proveedores.
Asegurado esto y desde la responsabilidad empresarial, hemos tomado la decisión de retrasar el inicio de algunas promociones para optimizar recursos y alinear la producción a la demanda, siempre mirando al futuro y manteniendo una presencia importante en las zonas de influencia de la compañía.
En este sentido, nos hemos adaptado al entorno actual; circunstancia muy positiva en periodos de gran volatilidad.
Ahora mismo, estamos preparados para modular la oferta a las necesidades de la demanda y en cuanto esta se reactive, poder volver en muy corto plazo a unos niveles de actividad similares a los que teníamos antes del inicio de la pandemia.
Proyectos actuales y de futuro
Estamos ante un cliente que valora mucho más los espacios abiertos, las zonas ajardinadas, terrazas más amplias, la ubicación y las conexiones.
Por otro lado, con el teletrabajo las segundas residencias han pasado a ser una vía de escape al estilo de vida de las grandes ciudades, e incluso puede que ‘la segunda residencia’ empiece a convertirse en la vivienda principal. Sobre todo, las que estén ubicadas en zonas con buenos servicios y excelentes conexiones con las grandes ciudades o los países de origen.
La principal seña de identidad de nuestros proyectos es el concepto integral que ofrecen. Nuestros residenciales están concebidos para ofrecer una completa propuesta de vida.
Buscamos siempre ubicaciones privilegiadas en la costa cerca de todos los servicios y con excelentes conexiones. Creamos zonas comunes y amenities que son propias de resorts turísticos. Diseñamos las viviendas centrándonos en las necesidades del cliente, ofreciendo varias propuestas de personalización sin coste con distintos paquetes de equipamiento. Incluso ofrecemos servicios de ejecución de reformas a la carta para que los propietarios no tengan que preocuparse de nada. Para nuestros clientes, por la distancia, resulta complicado amueblar, decorar o poner su casa a punto, y nosotros se la entregamos lista para disfrutarla.
Aunque el mercado inmobiliario y el sector ha reaccionado, la pandemia ha supuesto un retroceso en las ventas y una recolocación de objetivos. Las restricciones a la movilidad nacional, pero sobre todo internacional, han ralentizado bastante el ritmo del mercado de segunda residencia.
No obstante, nos mostramos optimistas con la vacuna. La normalidad en la movilidad va a ser determinante. Creo que a partir del tercer trimestre de 2021 podremos empezar a ver una recuperación del mercado.
De todas maneras, la marca España es muy fuerte. Nuestro país sigue considerado como el principal destino para el turista residencial extranjero y para el inversor internacional.
Han sido fundamentales, de hecho, diría que han sido claves. Nosotros hemos potenciado y reforzado las herramientas que ya veníamos utilizando: visitas virtuales, vídeo guías, vídeo visitas en directo, webinar con clientes, cámaras 24 horas o vídeo entregas.
Gracias a estos recursos los clientes han podido informarse acerca de las viviendas e incluso verlas sin necesidad de realizar una visita presencial, reservar y comprar, finalizar gestiones derivadas de las compraventas o ver el estado del avance de las obras de su nueva vivienda.
Es importante que la administración adopte medidas de estímulo al tejido productivo en general, y en nuestra zona específicamente, al sector turístico y en concreto al turismo residencial, que es el principal motor de riqueza y empleo.
Necesitamos que haya colaboración público-privada para mejorar las conexiones, favorecer la dotación de servicios que ayuden a minimizar la estacionalidad del sector, e impulsar actuaciones urbanísticas sostenibles que combinen el desarrollo económico y el respeto al entorno natural.
Por otro lado, ahora mismo estamos viviendo una situación particular en la que las administraciones han de ser especialmente vigilantes y ágiles. Hay que velar por la responsabilidad y la prevención para evitar tener otra recaída que pueda paralizar de forma inducida la actividad, ya que la salud empresarial de nuestra zona y el sector no se lo podría permitir.
También es necesario que se trabaje para reforzar el concepto del estilo de vida Mediterráneo y todos sus beneficios, potenciando hacia el exterior la idea de seguridad y calidad de vida.
Por último, para ayudar a reactivar la actividad económica, es fundamental que la administración apoye a las empresas en riesgo de quiebra con medidas de inyección de liquidez.
Hemos sido uno de los sectores que mejor ha aguantado el envite y que más rápidamente ha mostrado signos de recuperación desde el levantamiento del estado de alarma. Confiamos en que también en esta ocasión, seamos clave para la reactivación económica.
Desde mediados de los noventa el sector inmobiliario ha tenido un papel fundamental en el crecimiento de la economía española tanto desde el punto de vista de la expansión como del empleo, además de generar un importante volumen de inversiones tanto nacionales como internacionales.
A finales de 2019, el peso de la construcción en el PIB representaba el 5,9% del total por un valor de 73.500 millones de euros, y daba empleo directo a 1,28 millones de personas en nuestro país, además de contribuir de forma directa a la actividad de otros sectores.
No obstante, la previsión del Banco de España de aumento de la cifra de desempleo para 2021, que se sitúa en el 19,4% en el escenario más benévolo, la caída de las rentas, la incertidumbre generada en los consumidores o un posible endurecimiento en la concesión de créditos por parte de los bancos, podrían afectar a las previsiones moderadamente optimistas que albergamos desde el sector.
Desde el ciclo económico que se inició desde le 2014, al no tener alto endeudamiento y estar generalmente apoyado en un sistema financiero sano, el sector ha podido minimizar los efectos de la pandemia y no salir excesivamente damnificado.
Una de las cosas que ha traído esta crisis ha sido un cambio de tendencias en cuanto a lo que los consumidores demandan de una vivienda. Se está notando más el interés por espacios amplios y de exterior, frente a las ubicaciones urbanas. Es necesario considerar más la flexibilidad en el producto inmobiliario, que las distribuciones sean polivalentes, eficientes energéticamente y con las mejores calidades.
No obstante, hay que ver cómo se consolidan estos cambios de preferencias, ya que hay que considerar que pueda haber un descenso del poder adquisitivo de los potenciales compradores. El sector tiene que estar vigilante y ofrecer un producto que cumpla todos los requerimientos del comprador, pero con un alto grado de racionalización de los costes.
“Agilidad, agilidad y agilidad” por parte de la Administración en la gestión de los trámites administrativos.
La Administración Local debe favorecer a la actividad inmobiliaria con la bonificación de las licencias, la aprobación de planes regionales que permitan procurar el acceso a la vivienda de distintos colectivos y favorecer la concesión de préstamos hipotecarios a los clientes.
En lo que respecta particularmente al turismo residencial y el sector inmobiliario de segunda residencia, la nueva ley hipotecaria ha traído como consecuencia la restricción de la financiación a ciertas nacionalidades que han sido muy activas en la adquisición de viviendas vacacionales, por lo que las administraciones deben ayudar a posibilitar que tengan capacidad de obtener financiación.