Se trata de un procedimiento simplificado de reducción del valor catastral para los terrenos en los que no se ha completado su desarrollo urbanístico. Está afectando únicamente a suelos urbanizables con planeamiento aprobado que no han alcanzado la reparcelación. Limita los efectos al ejercicio 2018, pero consideramos que se deben reclamar los ejercicios anteriores no prescritos.